jueves, 9 de junio de 2016

Nuevo Escenario En Energía - El Mercurio

Nuevo escenario en energía
Son tales los cambios vividos en el sector que el objetivo de alcanzar el año 2030 con un 70% de energías renovables se ve como una meta factible de cumplir.

   
La licitación de energía eléctrica para clientes regulados de 2016 es una muestra de lo mucho que ha cambiado ese sector de la actividad económica en poco tiempo. Hasta hace unos años era una industria con pocos competidores y que usaban tecnologías establecidas: centrales hidráulicas de pasada y embalse, centrales a carbón, gas natural en centrales simples y de ciclo combinado y unidades diésel.

En la actual licitación -por un tercio del consumo de los clientes regulados (12.430 GWh)-, se han interesado 11 grandes empresas internacionales que no operaban en Chile o que solo lo hacían como socios minoritarios o en pequeños proyectos. Las tecnologías en que se invierte ahora incluyen energía eólica, geotérmica y solar, además de otras como biomasa y una cantidad de pequeñas centrales hidráulicas.

En el futuro no parece que se vayan a construir centrales a carbón adicionales a las que están en obra. Ellas despiertan una fuerte oposición de las comunidades, enfrentarán crecientes impuestos a las emisiones y su generación es demasiado inflexible para interactuar bien con la generación no convencional.

En el Sistema Interconectado del Norte Grande, antaño operando casi exclusivamente con diésel y carbón, hay solo una central a carbón en construcción. Las restantes son mayoritariamente centrales renovables no convencionales, eólicas y solares. En el Sistema Interconectado Central no hay actualmente centrales a carbón en construcción. Por otra parte, la energía hidráulica, pese a su carácter renovable y su disponibilidad en el país, se desarrolla lentamente, con solo unos 650 MW de potencia en construcción. Estas unidades no incluyen embalses, los que enfrentan el rechazo de parte importante de la población.

Según el Gobierno, las mayores perspectivas se visualizan en las energías renovables no convencionales. Pese al escepticismo inicial, y al hecho de que Chile casi no tiene subsidios en el sector, estas centrales se han expandido de tal manera que en muchas horas del día la electricidad en el norte tiene un costo marginal cero, por cuanto no se puede aprovechar toda la que se genera. Esta última es una situación coyuntural, debido a la rapidez con que se realizó la inversión en estas tecnologías, que se adelantó a las líneas de transmisión que permitirán trasladar esa energía a los grandes centros de consumo. Resuelto ese aspecto, las centrales de gas y las hidráulicas de embalse del SIC podrán absorber las variaciones de la generación eólica y solar generada en el norte. Esto debería mantener el precio en valores razonables, y elevar la baja rentabilidad actual de las inversiones en las fuentes de energía no convencionales. Asimismo, seguirán las inversiones en centrales de gas, debido a que ellas tienen una rápida respuesta a las variaciones del suministro de fuentes no convencionales. El resultado de todos estos efectos es que el objetivo de alcanzar el año 2030 con un 70% de energías renovables -incluyendo hidroelectricidad- se ve hoy como una meta factible de cumplir.

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