miércoles, 17 de agosto de 2016

Lang Lang : Una Personalidad Arrolladora - Jaime Donoso - El Mercurio

Lang Lang: una personalidad arrolladora

   
Un intérprete musical, como Mercurio, lleva el críptico mensaje de los dioses y lo traduce al lenguaje humano. Los intérpretes entregan al auditor lo que consideran una traducción justa de lo que el compositor plasmó en ese conjunto de signos a descifrar, que es una partitura. Para hacerlo, se debaten entre la fidelidad y la libertad.

Consideraciones semejantes son las que vienen a la mente después de escuchar -y ver- al pianista chino Lang Lang, quien el lunes se presentó en el Teatro Municipal. Su presencia siempre causa expectación y sus versiones ocasionan los más diversos comentarios, algunos laudatorios sin ningún reparo, y otros reticentes y a veces lapidarios. ¿Dónde hay unanimidad? En el reconocimiento de su técnica prodigiosa. ¿Dónde hay crítica? En su libertad, que, según algunos, se transforma en arbitrariedad.

Para el inicio de su recital, Lang Lang escogió "Las Estaciones", opus 37, de Tchaikovsky, que son doce piezas de carácter correspondiente a cada mes del año. La obra tiene fuertes reminiscencias de Schumann, tanto en lenguaje como en temática: el fuego del hogar, el carnaval, la noche estrellada, los cantos de cacería y cosecha. La composición se presta para una ejecución con abundante rubato en los momentos tranquilos, y en ellos el pianista exhibió un maravilloso cantabile que alcanzó sublimes momentos. El público, que había escuchado en arrobado silencio, no se contuvo después de la "Canción de cosecha" (Agosto), y prorrumpió en encendidas ovaciones para una ejecución irresistible. En su conjunto, se trató de una interpretación excepcional, y el hecho de que el pianista tocara un forte donde dice piano o transformara un Allegro giusto en un Presto con fuoco no tuvo demasiada importancia.

Para tocar Bach, Lang Lang ni por asomo tiene la preocupación de acercar su toucher al sonido original de un clavecín. Es como si respondiera de manera muy personal a la eterna pregunta: ¿Qué habría hecho Bach si hubiera conocido el piano? Su interpretación del "Concierto italiano" fue desafiante e hizo todo lo que los puristas rechazarían. Y sin embargo la música estaba íntegra ahí, luciendo su estructura motórica en los movimientos rápidos y el lirismo del Andante central. Para ello, el pianista no escatimó el uso del crescendo y diminuendo (imposibles de realizar en el clave) y confirió el peso a la mano izquierda propio de un gran piano de concierto. ¿Discutible? Sí. ¿Fascinante? También.

Como era de suponer, los cuatro Scherzi , de Chopin, cruzaron el escenario como un vendaval. Con una técnica para quedar estupefacto, Lang Lang no dio tregua, y usó tempi en el límite, lo que ocasionalmente hizo que la música no tuviera oportunidad de "respirar". Así y todo, gracias a su personalidad arrolladora, la entrega ocasionó un delirio de la audiencia, que fue premiada con tres obras fuera de programa.

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